Próximas noticias (sobre próxima visita) #Cuba #EEUU

Tomado de La Pupila Insomne

Por Víctor Angel Fernández

Dentro de unos días, llegará a La Habana Barack Obama, quien así se convertirá en el segundo Presidente de Estados Unidos, en visitar nuestra Patria, mientras ejerce sus máximas funciones. Desde su anuncio, casi toda posible agencia de prensa, de cualquier parte del mundo, se afila los dientes y prepara su más selecto ejército para reportar lo humano y lo divino.

De seguro estos representantes de la prensa estarán dispuestos a sufrir las penurias del Mojito, el Cuba libre, el Cohíba, la visión del sky-line de La Habana apreciado desde la explanada de La Punta y lo molesto de las arenas de Varadero, para llevar a cabo la difícil tarea de reportar desde nuestra isla, habida cuenta de todas las vidas perdidas –lo digo porque no encontraron un mapa—durante el ejercicio de la profesión.

Como simple calentamiento, baste el botón de muestra sobre la posible presencia del mandatario en el Estadio Latinoamericano para presenciar el juego de béisbol entre el equipo de Cuba y los miembros de la MLB, Tampa Bay Rays.

Ya se retoman las historias de los que han decidido cambiar el rumbo, aunque se ignore de dónde surgieron, quiénes lo formaron y sobre todo, quiénes los siguen queriendo, no obstante que la firma del contrato los obligue a romper con el país que los vio nacer, pues el precio para jugar allá, incluye un fuerte condimento de discriminación, aunque la cantidad de cifras del cheque –cualquier cantidad de veces superior a la que aquí recibían— sirva para ocultar el decoro. ¿O alguien tiene datos para decir que no es así?

Una larga agenda corre por el ciberespacio, donde el estadista simula a una persona frente a su espejo. Según estas fuentes, en esos días aquí en La Habana se hablará (ellos) de derechos humanos (los que viola Cuba); de las cuentas pendientes (las que debe Cuba); de los ajustes en la democracia (los que necesita hacer Cuba) y la apertura al capital extranjero (el que debe venir del Norte). Mientras, como dice un conocido personaje de los animados de Elpidio Valdés: nosotros aquí, de bestias. Al parecer, según las noticias que ya están llegando, Cuba no tiene nada que objetar y sólo, como niño educado y que se porta bien, debe sentarse a escuchar consejos y regañinas del vecino.

Pero existe otro filón de noticias, no por habituales menos sorprendentes.

Los calificados disidentes –recuerden que en este calificativo se ubican los que selecciona la prensa internacional— alzarán sus voces para que el Presidente se reúna con ellos. En eso estoy de acuerdo, pues si ese gobierno contrata y paga sus opiniones, sería un desplante para sus empleados, que al menos no los invitaran a almorzar, aprovechando el momento para hablar de los altos costos del mercado agropecuario.

No olvidemos que algunos de esos personajillos, en un acto de circo barato, más ridículos que mondongo en copita, al decir del venezolano Aquiles Nazoa, votaron para elegir un presidente, en la hoy Embajada de Estados Unidos en La Habana. Así que como votantes fieles a aquella democracia, como el perro de la RCA Víctor, se merecen la atención y la voz del amo.

Si Obama los recibe, tendrán noticia y en caso contrario, también tendrán noticia, eso está asegurado, sino es por la gran prensa de aquellos lares, algunos de los actuales analistas lupíferos de manchas, le darán cabida para sus plañideras críticas.

Pueden parecer exagerados estos criterios, pero hace unos días me llegó por correo una entrevista reciente a un señor de las comunicaciones del otro lado del Estrecho de la Florida, con simulado alto desconocimiento sobre la verdad de las conexiones entre ambos países, donde una de las cosas a destacar, fue su almuerzo con algunos disidentes. En serio, no me imagino qué tienen que ver esas delicias gastronómicas, con las mejoras tecnológicas para las comunicaciones, excepto el eterno quedar bien: fui a La Habana, me reuní con el Gobierno –recuerden que ya no somos régimen– y, por si acaso, me reuní con nuestros asalariados… digo… con los disidentes cubanos.

A lo mejor exista alguna declaración espectacular, quizás, como hiciera el Secretario General de la ONU, Obama o su esposa, decidan hacerse una pelado con un estilista cubano y hasta la recién estrenada ceiba del Templete, vuelva a vestir sus mejores galas para recibir en igualdad de condiciones, como siempre dijimos, a tan especial delegación. Por ahí estarán las informaciones o por lo menos lo que debería ser de interés para el mundo. Pero las grandes cadenas, no hay que asombrarse, ofertarán otro menú, extraído del guión para el show barato y esas, muy probablemente, serán las próximas noticias.

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